Este libro, que gira en torno a la relación del papel con toda una serie de maquinarias que incluyen a la actual mundialización, se divide en dos partes. En la primera se recogen dos intervenciones de Derrida realizadas en el marco de la Bibliothèque National de France en 1997 y en 2001 respectivamente. La primera de estas intervenciones, que tiene como puntos de referencia primordiales a Mallarmé y Blanchot, aborda unas cuestiones que, hoy por hoy, requieren urgentemente que nos preguntemos por ellas y que se refieren al porvenir del libro o a sus tareas de archivo y depósito dentro de la institución bibliotecaria. En el segundo texto de esta primera parte, Derrida reflexiona de nuevo sobre archivos: los de la memoria en este caso y, más concretamente, sobre las "Confesiones" de Rousseau, en constante conversación asimismo con la lectura que de éstas realiza Paul de Man. En la segunda parte de este libro se publican, a su vez, escritos de índole muy diversa anteriormente publicados en periódicos y revistas. Algunos de estos textos son marcadamente ético-políticos, otros dialogan con otros filósofos (en los que se encuentran Sartre y Austin) y en otros, finalmente, que se presentan como entrevistas, Derrida trata de explicar tanto su relación con la tecnología como su manera de concebir la tarea del intelectual en nuestro mundo.