Sirviéndose de los recursos metodológicos propios de la disciplina y poniendo de manifiesto su deuda con el pensamiento filosófico, «Las raíces filosóficas de la antropología» se sumerge en la prehistoria de la antropología. Al igual que la mayor parte de los antropólogos, William Adams, catedrático emérito de antropología de la Universidad de Kentucky. considera que las raíces intelectuales de la disciplina tienen su origen en la filosofía moral ilustrada o, como mucho, en el humanismo renacentista. Sin embargo, en esta obra Adams pone de manifiesto que buena parte de las principales ideas antropológicas se originaron en la Antigüedad y que éstas han influido de forma substancial en sus fundamentos teóricos y metodológicos. Puesto que, como afirma el autor, el objetivo principal de la antropología es el estudio del «otro», esta disciplina se convirtió desde el comienzo de su andadura en el espacio apropiado para el debate de aquellas cuestiones filosóficas que desde siempre habían interesado a los pensadores.
Adams analiza detalladamente en su trabajo las cinco corrientes filosóficas (el evolucionismo, el primitivismo, la ley natural, «la indiología» y el Idealismo alemán) que, a su juicio, más han influido en el pensamiento antropológico contemporáneo de los Estados Unidos y otros países europeos, iberoamericanos y asiáticos.