Como dijo Saint-Just: "Todas las artes han producido maravillas, sólo el arte de gobernar ha producido monstruos". Esta frase es el fiel retrato de una realidad, que por desgracia hasta en nuestros días, ya a las puertas de un nuevo siglo, nos acosa y preocupa. En ocasiones a causa de la tiranía, o de un amor narcisista, en otras, por los infortunios de un poder heredado, conquistado o usurpado que hacen a sus protagonistas fieles portadores del fanatismo, la muerte y la locura.
Formas de poder y poderosos -"Supremo Francia", Hitler, Santa Anna, Stalin, Napoleón, Bolívar, la emperatriz Carlota de México, entre otros- que nos da a conocer Enrique González Duro, gracias a su dilatada experiencia y prestigio, desde una perspectiva próxima a la psicopatología, todo lo que tras las máscaras de los grandes políticos y gobernantes a lo largo de la historia contemporánea raras veces se nos ha desvelado.
Un ensayo que disecciona el poder como única arma capaz de enmascarar los delirios de no pocos grandes caudillos o jefes, pero también grandes locos. Unas mentes a menudo enfermas ante la irrefrenable adicción al disfrute del poder y la gloria.