En esta obra, de inusitada importancia por la confluencia auspiciosa de budismo y feminismo, Rita M. Gross incide en el androcentrismo y en la estructura jerárquica patriarcal con los que el budismo ha llegado hasta Occidente. La autora, con gran erudición y en un lenguaje inteligible, se propone ofrecer una revalorización feminista del budismo a partir de una aproximación histórica centrada fundamentalmente en el budismo de la India y del Tibet y en el análisis de los conceptos clave de la cosmovisión budista (como 'no-yo', 'vacío', 'naturaleza búdica') desde un punto de vista feminista. Para Gross, éstos siempre fueron y siguen siendo hoy incompatibles con una jerarquía de género y con la discriminación de las mujeres (o de los hombres).
Las páginas del libro están salpicadas de testimonios alentadores de mujeres del pasado y del presente que, a través de documentos excepcionales, inéditos hasta la fecha y felizmente rescatados de un injusto y en ocasiones muy prolongado olvido, sacan a la luz el caudal escondido, lleno de valor y de belleza, de su decidido compromiso espiritual, en absoluto inferior al de sus coetáneos de sexo masculino. Profundamente involucrada en el estudio cultural comparado y cruzado de la religión, que incluye los hallazgos de las ciencias sociales y en especial de la antropología, e inspirada por la teología feminista cristiana, Gross introduce una voz profética en el discurso budista y cuestiona el «statu quo» a favor de una libertad de roles de género; además, logra modular sabiamente esa voz profética gracias a su práctica de la meditación budista tibetana, en la que compasión y justicia se dan la mano. El resultado es una reconstrucción feminista-andrógina del budismo que se dirige al ser humano, tanto mujer como varón, formulando propuestas de cambio cabales y pertinentes para nuestro atribulado mundo.