«-Al principio me hice tomista. A lo largo de mi cautividad y después de la guerra acaricié el sueño de renovar el aristotelismo. Salió entonces mi libro La existencia temporal. Mi mejor libro. Se puede decir que tuve una chispa de genialidad. [...] Vea usted la injusticia del mundo. Gané millones y conseguí la fama con un opúsculo de segunda categoría, Dios y la ciencia. Sin embargo, escribí un gran libro, La existencia temporal. Nadie lo leyó cuando fue editado y acaban de renunciar a reeditarlo. Es increíble- El futuro le hará justicia, Guitton». (Jean Guitton, Mi testamento filosófico)