Ser, pensar, ver, mirar son el sustrato de la escritura de María Zambrano, que se apoya y brota de una irrenunciable voluntad de pensar y trazar la palabra que la vida necesita. Por ello escribe con la intención de reconducir la filosofía a la concreción de la existencia, para hacer del pensamiento, como ha dicho Wanda Tommasi, una instancia mediadora capaz de llevar a la luz de la conciencia las realidades oscuras del cuerpo, del sentir, de la pasión. María Zambrano se mueve en la frontera entre filosofía y poesía.
En los ensayos de Entre el alba y la aurora alienta algo de la investigación filosófica que los unifica: la voluntad de hacer de la lectura experiencia y de la escritura su articulación. En todos ellos la investigación ha sido reflexión sobre el modo en el que la obra de esta autora nos interpela y sobre el porqué de esta interpelación, dirigiendo la atención al contexto de las propias expectativas, a lo que el encuentro con sus páginas obliga a recomponer, al sentido que de aquí nace abriendo posibilidades de comprensión e interpretación.
María Zambrano ayuda a pensar el fondo originario del vivir personal y enseña a darle un cauce, pone así de manifiesto el sentido del filosofar, acción reflexiva dirigida a la apertura de un futuro en tarea de creación que no es impositiva, sino liberadora.
Carmen Revilla Guzmán es profesora de Filosofía contemporánea en la Universidad de Barcelona. Sobre María Zambrano, entre otras cosas, dirige la revista Aurora y ha editado el libro Claves de la razón poética (Trotta, 1998); recientemente ha publicado Simone Weil: nombrar la experiencia (Trotta, 2003).