Tras tanto hinchado «humanismo-prietas-las-filas» y tanto espectacular «horror-visco-porno-moral», con que se pretende obturar el terror que viene del fondo, quizá no esté de más intentar una segunda navegación en torno a esa Isla de los Muertos que muchos se empeñan en haber dejado atrás para siempre, y preguntarnos, con Hegel, Jünger y Heidegger, por la deriva del nihilismo en la tardomodernidad, en busca de ese vínculo en que se anudan de antiguo la nada y la muerte.