La equinacea es en la actualidad uno de los productos herbolarios de uso más extendido. Numerosas investigaciones realizadas en los últimos decenios han confirmado que los usos medicinales tradicionales de esta planta poseen una base racional científica, y permiten catalogar la equinacea como un estimulante del sistema inmunitario.
Desde los años setenta ha ido cada vez más en aumento la tendencia a responsabilizarse de la propia salud. El interés por la alimentación, el ejercicio y la relajación se ha convertido en parte integrante de la existencia diaria. Vivimos en una época de mayor estrés, tanto físico como psíquico, y todo parece señalar que los efectos adversos de ese estrés sobre el sistema inmunitario nos hacen más vulnerables a los resfriados o la gripe, e incluso podrían ser causa de enfermedades crónicas más graves.
La actividad inmunoestimulante de la equinacea incluye mecanismos de reacción inmunitaria específica y no específica. Hoy se sabe que la equinacea colabora con el sistema inmunitario para prevenir enfermedades, y es probable que futuras investigaciones revelen nuevas aplicaciones.
Asimismo, y dentro de un concepto holista de la salud, la equinacea tiene aplicación en el campo de la profilaxis o prevención de infecciones, sobre todo cuando es necesario activar el sistema inmunitario en situaciones de reacción inmunitaria deteriorada. Entre estas situaciones se hallan las enfermedades infecciosas, las infecciones múltiples, persistentes o crónicas, así como las infecciones oportunistas en los pacientes con riesgo.
"Steven Foster es sin duda alguna el mayor especialista de Estados Unidos sobre la equinacea. Sus extensos conocimientos sobre el tema hacen que sea consultado tanto por científicos e investigadores como por miembros de la industria herbolaria. Este nuevo libro suyo probablemente se convertirá en la obra clásica de referencia sobre esta importante planta medicinal."
Mark Blumenthal, director ejecutivo del
Consejo Botánico Estadounidense