En Vagabundeos por el Oeste de África, editado en tres tomos, sir Richard F. Burton narra el viaje que realizó desde las costas inglesas hasta el Golfo de Guinea para establecerse como cónsul británico en Santa Isabel, Fernando Poo -hoy Bioko.
En este primer volumen. Islas Madeira y Tenerife, describe la travesía desde Liverpool y sus primeras escalas en el Blackland «con el propósito de anotar lo que un viajero pasablemente activo puede ver y hacer en las escasas horas que se lo permitan las paradas del paquebote», a pesar de que, como señala Humboldt, apenas quede nada por decir de la topografía de las islas «debido a la cantidad de viajeros que inician sus aventuras con una descripción de Madeira y Tenerife».
Después, añade el capitán Burton que para paliar la aridez de los detalles no ha dudado en entregarse a las disquisiciones que el tema sugería; verdadera esencia de su escritura, híbrido entre la etnografía y la literatura de viajes, mezcla de relato aventurero y microsociología, en el que da consejos sobre el viaje, hace observaciones precisas sobre la vestimenta o los precios de las mercancías, y del que no se encuentra equivalencia salvo en Herodoto o en Barthes y que aporta una originalidad y un valor añadidos a su obra, entretenida y fresca como pocas.