Ante el dolor del otro, la voz independiente y clara de este trabajador de diversas organizaciones no gubernamentales describe los programas, la vida diaria y su actitud de enfado con él y con el mundo, y lo refleja a golpe de palabras en "Crucifixión".
Una visión directa de la vida en el África negra pobre sin concesiones a las injusticias, a los desastres de la guerra y a la autoexigencia del propio trabajo.
Una mirada sin condescendencia hacia las organizaciones donde trabaja, con un mensaje a los futuros idealistas o trabajadores del desarrollo: que se lo piensen dos veces porque nada es lo que parece.