Según un proverbio hindú, son necesarias tres vidas para conocer la India. Olivier Föllmi ha dedicado buena parte de la suya a conocerla y a plasmarla en imágenes de gran belleza, que ahora nos ofrece para que, si no una vida entera, dediquemos una parte de la nuestra a conocer el color y la belleza sin igual de este país insólito. Sin duda, será un tiempo bien empleado.