Este libro se centra en el desarrollo de ciertas estructuras en la historia de España, estructuras que se relacionan con la actividad económica y la vida política. Empieza con cuatro ensayos que ofrecen diferentes perspectivas sobre el lugar de la España peninsular dentro del mundo más amplio de Europa y América, Vienen a continuación tres ensayos sobre los problemas de la construcción de una economía integrada en la España peninsular, problemas que hemos de entender si queremos captar el impacto del imperio español sobre la propia España. Los dos últimos ensayos vuelven sobre la interrelación entre las realidades económicas y la vida política como capital, Madrid fue un eslabón entre el mundo exterior de Europa y América y el mundo interior de Castilla. Como sugiere el último ensayo, la pérdida del imperio cambió el mundo interior de España de un modo que determinó la estructura de la historia contemporánea de España.
El libro termina con un análisis de la interacción entre el cambio económico, la reforma política y la evolución social en el siglo XIX. Las conclusiones no son más que hipótesis de trabajo destinadas a poner en cuestión opiniones aceptadas.. Es de esperar que muevan a otros historiadores a quejarse, protestar, discutir y, sobre todo verificar tales hipótesis con nuevas investigaciones.