Rival del España durante siglos por la hegemonía en el Mediterráneo y tan mentado como poco conocido, el Imperio otomano llegó a extenderse desde Arabia hasta el Danubio y desde el Mar Negro hasta el Magreb. Dentro de sus fronteras convivieron pueblos de cultura muy diferente ?griegos, albaneses, kúrdos, tártaros, árabes?? que conservaron sus características definitorias. Todos ellos, con sus tradiciones, costumbres y supersticiones, desfilan por esta obra de Jason Goodwin compartiendo páginas con la magnificencia de Solimán el Magnífico, la pulcritud de la burocracia otomana, el terror que sus ejércitos provocaban entre sus enemigos, las extravagancias de los jenízaros y de no pocos sultanes, las intrigas del serrallo, el desarrollo de ciudades como Salónica ?centro destacado de la comunidad sefardí? Sarajevo, Belgrado, Ragusa y, por supuesto, Estambul, en una panorámica histórica completa del mosaíco étnico, cultural y religioso que fue el dominio de Los Señores del Horizonte.