Sir Arthur Evans (18511941) revolucionó los estudios arqueológicos de su tiempo, y la periodización de la historia de la humanidad, a raíz del espectacular descubrimiento a principios del siglo XX del palacio de Knosos, en Creta, que identificó con el laberinto del Minotauro y que reconstruyó en una de sus acciones más polémicas y controvertidas. Evans no sólo formuló una concepción de la cultura de la isla de Creta conocida como minoica, sino que obligaba a la comunidad científica a replantearse los auténticos orígenes de la sociedad europea.
Basándose principalmente en los textos publcados e inéditos de sir Arthur Evans y en su rico y en ocasiones críptico espistolacio, John A. MacGillivray arroja lus sobre unas décadas transcendentales en el conocimiento de los orígenes de la humanidad, de las relaciones entre las culturas de Egipto y del Mediterráneo y en los vínculos entre los mitos y los hechos.
Evans provocó una auténtica revolución en su día comparable a la que provocó Schliemann, descubridos de Troya. Por otra parte, su obra se desarrolla en un momento en que la consideración social y científica de la Arqueología era muy distinta a la de nuestros días, y la perfecta recreación que hace MacGillivray (conflictos con las excavaciones y tráfico y falsificación de piezas) resulta muy sorprende para quien no conozca la historia de esta discip