Cuando en 1810-1812, al inicio de un período liberal, se pensó en configurar un régimen parlamentario democrático en el Estado español, se solicitó al catalán Antoni de Capmany i de Montpalau un informe de cuál fue el funcionamiento, en los siglos de independencia de Cataluña, de las Cortes del Principado y las del Reino de Valencia.
Este libro es el resultado de ese informe. La obra incorpora un estudio introductorio, redactado por dos historiadores de gran prestigio, Eva Serra y Josep Fontana.
Antoni de Capmany dejó en este libro, como ha escrito Pierre Vilar, un «texto fundamental de la historia del parlamentarismo». La obra constituye una aportación de primer orden al nacimiento del constitucionalismo contemporáneo surgido de las Cortes de Cádiz de 1810-1812. A la hora de buscar un modelo para la nueva organización del Estado moderno, Capmany aduce el ejemplo de la Cataluña medieval y de la Corona de Aragón. El análisis del funcionamiento de las cortes de Cataluña, Valencia y Aragón permite que Capmany sugiera un modelo nuevo para la nueva nación española.
El libro tiene un gran valor simbólico porque pone de relieve la pervivencia de las instituciones catalanas de la Cataluña soberana, a principios del siglo xix, cuando una parte del país luchaba por modernizar la España del Antiguo Régimen.
El objetivo de Capmany era «mostrar al mundo (...) hasta qué grado de libertad llegaron las provincias de aquella corona [de Aragón] en siglos que hoy se les quiere llamar góticos».
En esta obra, Capmany defiende la necesidad de regenerar España e instaurar en ella un régimen de libertad y justicia.
Los estudios introductorios de Eva Serra y Josep Fontana constituyen una síntesis muy clara de la historia del parlamentarismo de los siglos de la Cataluña independiente y de la aportación de un catalán a la formación del sistema constitucional español contemporáneo.