Por indicación de una de sus profesoras de la Escuela de Interpretación, Carolina hace un repaso de su corta vida adolescente. Temperamental y sensible, va dejando al lector inmerso en un cúmulo de emociones, llenas de ternura, de desesperación y de reflexiones sobre ella misma y su entorno familiar y social en un país, la antigua Checoslovaquia, que termina de dejar atrás la dictadura comunista.
Una novela juvenil de una plasticidad narrativa y fluidez argumental muy difícil de encontrar.