Una joven escritora de origen vietnamita exiliada en Francia se enfrenta, en un relato desgarrador escrito en primera persona, a un paisaje vital conformado por un amante mediocre al que llama Morgue, un tío demente que le evoca el país perdido de su infancia y, sobre todo, las cartas que le escribe su padre, con el que nunca volverá a encontrarse. El remordimiento, la culpa, la soledad, la imposibilidad de amar, una voluntad de suicidio nunca íntegramente consumada: tal es el fondo de esta intensa narración que habla del desarraigo personal y cultural de un ser humano en busca del consuelo de una muerte a la que no se deja de llegar.