En esta novela alternan dos textos distintos: por un lado un narrador en tercera persona relata cómo la reina Isabel I abandonó la corte cuando se supo embarazada, y los problemas tanto de política interior como internacional a los que tuvo que enfrentarse en los años posteriores; y por otro lado, el hijo de la reina al cuidado de una familia humilde, emprende una ascendente carrera militar que le pondrá en primera línea de fuego en el escenario en el que se está decidiendo el futuro de Europa. Esto nos permite tanto adentrarnos en los entresijos de la corte, como situarnos en el centro de la acción (especialmente en Flandes, donde se muestran en toda su crudeza las condiciones de un soldado de la época).