El protagonista de “La Cripta de los Capuchinos”, heredero de una familia de orígenes humildes ennoblecida por Francisco José, describe su vida en la Viena deslumbrante en los albores de la Primera Guerra Mundial. A los últimos estertores del imperio de los Habsburgo siguen los días trágicos de la guerra y de una postguerra gris y violenta. Antes de que los nazis entren en Viena, el joven Trotta, símbolo de un mundo en declive, baja a la cripta a la que alude el título de la novela, el panteón imperial austríaco, donde confesará su fracaso. “La Cripta de los Capuchinos” (1938) es tanto la novela del declive de Austria como estado soberano—la “finis Austriae”—como la desaparición definitiva de un mundo. La extrema depuración del talento narrativo de Roth y su capacidad y precisión de observador han convertido esta novela en una obra de referencia inexcusable.