«Acto de desesperación literaria» o visión descarnada de los submundos donde habita la infelicidad, los relatos que componen esta obra tienen algo de autobiográfico: personajes atenazados por su adicción, bares deprimentes convertidos en escenarios de historias sin pasado pero que aspiran a tener futuro, barrios desolados en los que al entrar se pierde toda esperanza... todos ellos forman parte del paisaje vital del protagonista antes de que logre abandonarlo. Escrito con un lenguaje conciso, tan afilado que penetra sin dificultad en el corazón del lector, Hijo de Jesús significó la consagración de Johnson como talento literario y fue llevado al cine en 1999 por la directora neozelandesa Alison MacLean.