En su argumento, “Años en fuga” plantea los altibajos de una relación sentimental. Un hombre y una mujer se conocen casualmente en un viaje a Italia, experimentan una mutua atracción y deciden compartir su soledad. Pero, cuando cada uno de ellos se encierra en su habitación para descansar, ella decide huir a casa de unas amigas. A partir de ese momento, en un juego de huidas y reencuentros, los capítulos alternan las peripecias del hombre y la mujer, centrándose profundamente en los movimientos sutiles de la cotidianidad. Pero lo que de verdad importa en la novela es su trasfondo moral, bajo la apariencia visible de una superficie de estilo conscientemente clásico: la voluntad de trazar el dibujo, en distintas versiones, de la soledad humana y la necesidad de amar.