El inspector Studer no se contenta con seguir la pista de los delitos, sino que hurga además entre los bastidores de terapias y teorías psiquiátricas. Friedrich Glauser, padre de la novela negra en lengua alemana—aunque trasciende el género y lo deriva a confines inesperados—sitúa la acción en un espacio que conoce perfectamente: el hospital psiquiátrico. Emprende de este modo un viaje hacia aquella oscura región limítrofe, frontera entre la normalidad y la locura, en la que Matto, su genio, reina. Editada por primera vez en 1937 en Zúrich (en la edición de 1943 se suprimieron los discursos radiados de Hitler), esta novela—que en sus nuevas ediciones en lengua alemana ha ido conquistando una legión de lectores entusiastas—ha servido de base a una película y a una adaptación televisiva.