La prefiguración de un destino ineludible y un fecundo prisma de amores traicionados, imposibles o resignados cimentan la arquitectura exquisita de este libro de relatos. A caballo entre el siglo xix y xx, Arthur Schnitzler—una de las voces más relevantes en la Viena de los últimos años del imperio—disecciona los avatares y contradicciones del sentir humano con una perspicacia que sorprende al lector por su modernidad. “El destino del barón Von Leisenbohg” se erige, pues, como un enjambre de pasiones que, más allá de la circunscripción a una época, muestran una imperecedera capacidad de indagación de primer orden.