Uno de los rasgos más sugerentes del texto cervantino es la inclusión y entrelazado de diferentes tramas narrativas. En la primera parte del Quijote, Cervantes (1547-1616) incluyó varias narraciones que no guardaban ninguna relación con los sucesos protagonizados por el personaje principal. En la segunda, repitió el procedimiento, pero, a excepción de dos relatos muy breves, Don Quijote y Sancho Panza no sólo escuchan, sino que asisten a los acontecimientos que cierran la narración e incluso participan activamente en lo narrado. Una edición de la mayor parte de estos cuentos incluidos en el Quijote constituye una sólida propuesta para conseguir introducirse en el mundo narrativo de Cervantes y en las andanzas de estos dos personajes universales. La frescura y actualidad de los temas abordados en estas breves narraciones las convierten en textos de clara actualidad que mantendrán el interés de los lectores y les harán reflexionar sobre el amor y la amistad, los celos y el coraje, la exclusión social y la locura.