Un predicador puritano de Londres condena la bebida de moda en la Europa del XVII. Se trata del café, que levanta pasiones de todo tipo. Por una parte se dice que trae la impotencia, la lepra, el pecado, la muerte... Por la otra, se asegura que la poción actúa de afrodisíaco, remedio o panacea universal. Un tal Félix Dufoy emprende la búsqueda del mejor café. Con él nos embarcamos en una singular aventura, del Londres protestante al harem de Estambul, de las montañas de Arabia a los infortunios de Abisinia, del candor de Negrería a la Francia cínica de Voltaire y finalmente, al Brasil de las grandes plantaciones.