En un futuro cercano, las consecuencias del cambio climático constituyen una grave amenaza inmediata para la humanidad. En Washington, Anna y Charlie Quibler afrontan el peligro desde dos ámbitos de trabajo muy distintos: él es miembro del equipo de un senador y se encarga de asesorarle en la legislación medioambiental; por su parte, Anna es una científica de la Fundación Nacional para la Ciencia que evalúa las peticiones de subvención para las investigaciones. Conscientes de la necesidad de tomar medidas urgentes, lucharán por el trabajo en equipo de la comunidad científica a escala mundial, e intentarán que los gobiernos apoyen los proyectos que pueden salvar al planeta. Sin embargo, cuando parece factible el desarrollo de una máquina que controle el clima, se evidencia que los intereses de los poderes económico y político no siempre coinciden con los del bien común...
Kim Stanley Robinson nos ofrece un inteligente alegato ecologista y una mordaz crítica a la clase política norteamericana en un thriller sumamente realista que deja una profunda huella en el lector.