En esta primera entrega sobre Boudica, la que llegaría a ser heroína de la lucha contra la invasión romana, Manda Scott traza un convincente panorama de lo que debieron ser los usos y costumbres de las tribus celtas, con especial atención a las rivalidades internas y a los ritos y el aspecto religioso. De hecho, la protagonista parece inicialmente predestinada a convertirse en una "soñadora del futuro", en poco menos que una visionaria icena, pero los duros tiempos previos a la invasión romana (3239 d.C.) la convierten también en una guerrera temible con un prematuro bautizo de fuego. La profundización en la psicología de los personajes y su evolución, así como la completa reproducción de ambientes y costumbres dota a esta novela de una inusual fuerza literaria.
Manda Scott explora una época de la cual han quedado muy pocos datos históricos y, a la manera de Robert Graves, cubre las lagunas de los estudios académicos mediante la lógica y unas hipótesis que resultan del todo convincentes.
Boudica es un personaje de gran atractivo y hasta ahora poco conocido.