«¿Adónde vamos?», quiso saber Marina, que aún sentía su mano esquiando sobre su cuerpo. Y Bernard le dio la única respuesta a la que ningún viajero se puede resistir: «Ya verás». Imagine una novela que se desarrolla sobre todo en el aire. Imagine una joven elegante en cuyos ojos se refleja una ciudad en una fiesta para dar comienzo a la historia, un piloto con las uñas sucias que no es lo que parece y una muchacha que busca. Imagine el mundo, todo el mundo, «el que da vueltas por el velódromo del cosmos», propuesto por primera vez como un único escenario que de momento sólo una novela -ya no la imagine: la tiene entre las manos, es una novela de verdad- se atreve a proponer. Tras Aire de Mar en Gádor, Viajes de Niebla y Cuentos invisibles, Ya verás cumple la promesa de su título y propone un mundo renovado por una original mirada literaria, escrito en un idioma nuevo, el castellano ágil y viajero de nuestro tiempo.