El escenario de El doctor Hanemann es la ciudad que, ya bajo el nombre alemán de Danzig, ya bajo el polaco de Gdan´sk, ha sido testigo y víctima de todas las miserias del siglo xx. Próspera polis—puerto polaco desde el siglo xviii, anexionada más tarde a Prusia, y ciudad-estado independiente por el Tratado de Versalles desde 1919 hasta 1939—, presenció los primeros combates de la Segunda Guerra Mundial, fue anexionada al Reich tras la derrota de Polonia, y en 1945 sufrió la barbarie soviética, que se tradujo en una destrucción sistemática de cuanto había subsistido a los combates. Es una de las pocas ciudades europeas cuyos habitantes de habla y cultura alemanas huyeron o fueron expulsados para hacer sitio a gente nueva, esta vez de habla polaca, que, desterrada a su vez de Ucrania, Lituania o Bielorrusia, vino a poblar sus ruinas para volver a levantarlas y restituirles con el tiempo el esplendor de antaño. El doctor Hanemann, germano que no abandona la ciudad al no ser capaz de enterrar los recuerdos de un gran amor trágico, se convierte en un Robinson Crusoe en un nuevo entorno, familiar y a la vez irreconocible.