«Gracias al viajero y orientalista francés Jean-Antoine Galland (1646-1715), la abigarrada colección de cuentos y de fábulas que conocemos con el título de Las mil y una noches se introdujo con éxito en la cultura doméstica de Occidente. La versión de Galland vio la luz en doce volúmenes que se publicarían entre 1704 y 1717 y ejercerían una extraordinaria influencia en las letras europeas. Como en tantas obras de origen oriental, en Las mil y una noches se despliega un relato-marco en el que se encuadra una serie de narraciones que a menudo tienen que ver unas con otras. Una de esas narraciones, la Historia de Aladino o la lámpara maravillosa, no figura en las ediciones corrientes de Las mil y una noches, pero sí en la traducción de Galland, que la hizo famosa en todo el mundo. El cuento del genio que concede deseos a quien lo libera de la prisión ;en este caso, una lámpara de aceite; donde un mago, más poderoso que él, lo encerró, ha sido contado de diferentes formas, pero no ha encontrado nunca un desarrollo tan genial y tan bien trabado como en el cuento de Aladino, el perverso mago africano y la princesa Badrulbudur. La acción del relato transcurre en una China islamizada y fantasmagórica. El estilo empleado por Galland es un prodigio de elegancia y de clasicismo.» Luis Alberto de Cuenca