Siguiendo a Samir, al que conoció furtivamente en un bar del barrio parisino del Marais, Emmanuel viaja a Túnez. Sin embargo, una vez allí será el encuentro con Nouri lo que cambiará su vida.
Con él, el joven francés descubre, bajo una capa de discreción y timidez, la pasión verdadera. Pero, también, lo difícil que es el amor entre dos hombres en una sociedad basada en la tradición familiar, donde la sensualidad debe permanecer oculta y las miradas sustituyen a los gestos. Lejos de desanimarlos, esta clandestinidad forzada, a años luz de la alegre vida gay de París, aviva la unión entre los amantes.
Sin embargo, se acerca un plazo ineludible: el final del verano tunecino, el regreso a Francia, la separación...
Lejos de ceder ante un exotismo fácil, Alexandre Legrand sitúa aquí frente a frente dos mundos, dos culturas cuyas diferencias resalta, y los malentendidos que pueden surgir, así como la riqueza y la fascinación nacidos de esta confrontación. Más allá de la historia de amor, tan cautelosa, de Emmanuel y Nouri, este relato es una invitación a descubrir al Otro, a comprenderlo y aceptarlo. Un mensaje que hoy está más vigente que nunca.