Londres, 1864. Tres crímenes y un culpable inverosímil. Ante la dificultad de resolver un caso cuyas víctimas parecen relacionadas con unos valiosísimos diamantes procedentes de la India, un grandullón simple e inofensivo es enviado a la horca para echar tierra sobre el asunto. Ese mismo año, Lily Korechnya, una mujer bohemia y adelantada a su tiempo, emprende un largo viaje por la India para recuperarse de su reciente viudez. La acompaña Govinda, un servidor del maharajá de Benarés, custodio de una joya prohibida cuya posesión, según se cree, otorga un terrible poder.
India, 2002. Susana, una profesora de literatura que recopila información para escribir un libro sobre Lily Korechnya, coincide con Miranda, representante de una casa de subastas londinense que va a entrevistarse con un misterioso cliente indio que podría disponer de unos diamantes únicos en el mundo, pero sobre los cuales pesa una maldición milenaria.
Separados por más de un siglo, estos hechos conforman un rico tapiz de situaciones y personajes que, movidos por el destino y el azar, entretejen con sutileza los hilos de una trama marcada por la pasión y la ambición.
Con la misma prosa ágil y entretenida que los lectores apreciaron en El hilo secreto, su anterior novela, la autora retrata con asombroso realismo el brumoso Londres victoriano, el exotismo de la India colonial y los contrastes de la India actual, tres escenarios radicalmente distintos para una novela de lectura apasionante.