Entre los miles de africanos de origen asiático que se vieron obligados a abandonar Kenia cuando este país proclamó su independencia, se encontraba la familia del autor de esta novela, que ha convertido su experiencia personal en el tema fundamental de su narrativa. Residente en Canadá, M.G. Vassanji obtuvo con esta obra el prestigioso Premio Giller del año 2003 gracias al soberbio retrato de un país que, atrapado entre el colonialismo y la independencia, sufre una descomposición brutal, debida tanto a los actores políticos como a las vivencias y dramas individuales de sus habitantes. Desde su exilio canadiense, sin más compañía que sus recuerdos, Vikram Lall rememora con emoción e intensidad su vida anterior, dejando en manos del lector el juzgar si ésta ha sido la de un hombre que tan sólo se adaptó a la única realidad posible o la de un ser condenable que se aprovechó de las circunstancias para beneficio personal. Keniata de tercera generación, Vikram vive a caballo entre la cultura hindú de su entorno familiar y la Kenia que adora. Situado en territorio «incierto», entre el mundo privilegiado de los opresores y el sufrimiento de los oprimidos, Vikram y su hermana Deepa, que nunca han estado en la India y consideran Kenia su única patria, tienen amigos de todos los orígenes y colores de piel. Sin embargo, los tiempos no son buenos para la armonía racial. Vientos de cambio soplan en África para poner fin al mandato británico y la guerrilla Mau-Mau irrumpe con violencia en la vida cotidiana. Así pues, las circunstancias familiares del protagonista son los hilos con que el autor teje, con mano experta, un amplio tapiz histórico en el que las historias de amor y amistad desempeñan un papel tan determinante como la política.