Este libro es un experimento. Es un libro de recuerdos vivos, provocados por la lectura de poemas escritos en otra época. En palabras del autor: «Son unas memorias parciales. Porque no hablan de mi vida toda en aquellos años (1974-1978) sino sólo de los momentos o historias que circularon con notable intensidad alrededor del momento poemático. A veces pienso que aquéllos fueron los días más felices de mi vida.» Los años 70 son un territorio ambiguo: marcados por el eclipse que siguió al estallido insurrecto del 68, fueron un «tiempo de incertidumbre». Se pasó de una situación en la que la vida privada contradecía subterráneamente la realidad oficial a la azarosa vorágine de la transición política. De todo eso habla Los días de la noche, pero también, y con tanta emoción evocadora como desparpajo irónico, de lo que vivieron, sintieron y amaron quienes podían entonces vivir, sentir o amar. En la prosa de Luis Antonio de Villena, la vida nocturna madrileña se transfigura con la luz, a la vez espontánea e insolente, de sus bellísimos poemas: la voluntad de vivir es la búsqueda de la hermosura en el placer de las palabras y en el fulgor de los cuerpos. La afirmación de la vida en la belleza se perfila, así, como el centro irradiador de esta obra deslumbradora y deslumbrada.