La ciudad de Atenas vive una situación excesivamente tensa cuando en el año 330 a.C. las tropas de Alejandro Magno se lanzan a la conquista de Asia Menor, pues no hay nadie capaz de poner coto a los movimientos de quienes desean o promueven la independencia de esta ciudad. Los extranjeros, como Aristóteles, o quienes mantienen tratos con ellos, como su discípulo Estéfano, tienen entonces motivos para sentirse amenazados. Nuestros protagonistas encontrarán una excusa para viajar a Oriente, donde como no no tardarán en verse envueltos en un caso de conspiración.