La importancia y trascendencia de la obra de Wolfgang Amadeus Mozart ha hecho que la de su hermana, pianista y compositora, quedara en la sombra desde el principio. En su época estaba mal visto que una mujer tocara según qué instrumentos musicales, y mucho más que compusiera, y eso, añadido a la rígida disciplina del padre, hizo que la obra de Anna María pasase casi desapercibida por completo, aun cuando hay constancia de que su hermano interpretó en ocasiones composiciones de la que todos conocían como Nannerl.
Mediante un exhaustivo trabajo de investigación histórica, la autora logra además reproducir con colorido y brillantez la atmósfera de una época y unos ambientes por los que desfilaron Madame Pompadour, Johan Sebastian Bach, Farinelli o Antonio Salieri.
El 26 de enero de 2006 se conmemora el 250 aniversario del nacimiento de Mozart.