De pronto te das cuenta de la hora que es. Te vistes, te vas a casa, enciendes un cigarro. Te casas. Estos versos del gran Leonard Cohen resumen a la perfección el espíritu de Érase una vez, una magnífica colección de relatos en la que Margaret Atwood explora el mundo de la pareja, describiendo ese extraño malestar que se crea cuando las relaciones ya están consolidadas y la rutina nos lleva a convertir la pasión en un sentimiento vago de cariño, mezclado a veces con el hastío. Descubrimos a esas parejas en su entorno familiar, puliendo antiguos escándalos para poder convivir con ellos, mintiendo piadosamente o disfrutando de un viaje cada cual a su manera. Estos retales de vida, que en otras manos podrían resultar anodinos, aquí cobran hondura gracias al talento de Atwood, a su ironía y a su capacidad de convertir una historia convencional y muy particular en cosa de todos. Acompañan los relatos dos piezas insólitas: una reflexión muy aguda sobre la dificultad de moverse en las aguas de lo políticamente correcto y un polémico manifiesto, «A favor de las mujeres tontas», que nos muestran de qué es capaz Margaret Atwood cuando pone en juego su sentido del humor. La opinión del editor: En cada uno de estos cuentos, que ya se habían publicado en parte en el antiguo catálogo de Lumen, está la esencia de Margaret Atwood, una mujer que mira el mundo con una sonrisa cómplice y lo describe con mano maestra.