Éste es un libro dedicado a los viajeros, a quienes entienden el viaje no como una huida sino como un modo de conocerse a sí mismos; a quienes creen que a viajar se aprende, como se aprende a leer, a amar, a morir. El destino, o los recursos que cada uno tiene para alcanzarlo, no es lo importante; lo que cuenta es la disposición, la mirada de aproximación al otro, al mundo que está fuera de nosotros, da igual su proximidad o su lejanía. En este libro Cees Nooteboom nos lleva a conocer su condición de nómada, en una serie de viajes a través del tiempo por Gambia, Malí, el Sahara, Bolivia y México. «Sigo construyendo mi hotel, ese inexistente edificio que sólo existe en mi cabeza, el hotel del mundo próximo y lejano, de la ciudad y del silencio, del frío y del calor.» Nómadas somos todos porque el origen de la existencia es el movimiento: por eso el viaje es una experiencia que no tiene fin. Sólo tenemos que aprender a no temerla.
«En esta época de especialización literaria, el autor neerlandés Cees Nooteboom todavía lleva el multicolor abrigo del hombre de letras: poeta, novelista, dramaturgo, traductor y viajero.» Michael Malone,
The New York Times Book Review