En línea con su época, nos hallamos ante una novela del tiempo reencontrado en la que la vida se consuma lejos de los estereotipos. Este libro es un testimonio de resistencia en el que se mezcla un sentimiento permanente de lucha. ¡Tierra de islam! Siento claustrofobia. Cada vez que tengo que ponerme el velo, se me corta la respiración, me ahogo. Aunque la mordaza esté exquisitamente bordada y perfumada, me ahogo. La historia comienza con la descripción de una sociedad: la de la burguesía marroquí de Tánger. La alumna, la pequeña Yasmina, se mueve entre la casa tradicional y la escuela que le enseña un ideal de libertad.