El señor Valéry es pequeño: él hubiera preferido ser alto. El señor Valéry no quiere encariñarse demasiado con una mascota, ya que mueren fácilmente. El señor Valéry suele confundir su sombrero con su cabello. El señor Valéry necesita, por razones imperativas, distinguir su derecha de su izquierda, pero ¿cómo? El señor Valéry, como vemos, tiene bastantes problemas. Para resolverlos recurre a la lógica, y a extraordinarias fábulas filosóficas. Las contrariedades que sufre en la vida cotidiana le dan ocasión de formular nuevos pensamientos; él no ve el mundo con los mismos ojos que el resto de la gente: es un poeta del razonamiento que nos hace reír y enternecernos.
Ilustrado por Rachel Caiano, El señor Valéry es el primer volumen de una serie de libros dedicados a los habitantes del Barrio, una comunidad muy peculiar.
«Cuando uno lee El señor Valéry no deja de acordarse de Lewis Carroll, ya que da la impresión de que detrás de nuestra lógica rutinaria se esconde otra, igual de válida. El señor Valéry me recuerda a otros famosos personajes como el de Un certain Plume de Henri Michaux o Herr Keuner de Bertolt Brecht, pero por encima de todo evoca al poeta francés Paul Valéry. La obra de Tavares es un ejercicio de inteligencia, encanto y rigor lingüístico.» José Antonio Gomes, Expresso