Para Victoria, la casa veneciana, el hogar de su abuela griega en la isla de Corfú, siempre había sido un sitio mágico donde se sentía alegre y libre. Allí había pasado todos los veranos con su adorado primo Guy y su amigo Richard. Ella pensó que su amistad duraría toda la vida. Victoria terminó casándose con Richard y se sentía feliz; pero la muerte repentina de su marido supone el fin de todas sus ilusiones. Entonces, en contra de los consejos de su familia, la joven viuda se refugia otra vez en la casa veneciana con su hijo pequeño. En Grecia tratará de reconstruir su vida, pero antes de enfrentarse al futuro, deberá averiguar la verdad sobre el pasado.