Kim Manresa fotografía el trabajo de Pallassos sense fronteres y los rostros de los niños de aquéllos países que visitan (Algeria, Guatemala, Colombia, Mali, Palestina, Kosovo e Irak). Un libro muy humano imprescindible en época navideña y siempre que sintetiza la trayectoria y el compromiso como narrador de este fotógrafo. Kim Manresa cree en el valor testimonial de la fotografía, en su idoneidad como instrumento de denuncia. El método de Kim es la implicación personal.