Elena Ferrante publicó en 1992 El amor molesto, que se convirtió en un acontecimiento editorial y recibió la unánime aclamación de crítica y público. Once años más tarde, Los días del abandono ha supuesto la incuestionable confirmación de aquel éxito, situándose durante meses en las listas de ventas y consolidando a su autora en la cumbre de la narrativa italiana actual.
Una tarde tranquila, mientras recogen la mesa después de comer y los niños juegan en la habitación contigua, Mario anuncia a Olga que la deja. Así, de repente, sin explicación alguna, sin decir adónde va ni despedirse de sus hijos, Mario se marcha con un silencio humillante y profundamente doloroso para Olga, poniendo fin a casi veinte años de matrimonio. De pronto, acosada por los fantasmas de su infancia, Olga ve cómo se derrumba el escenario en el cual transcurría su existencia. En su obligada soledad, en un Turín tórrido y vacío a causa de las vacaciones, apenas puede asumir las responsabilidades cotidianas, hasta que, finalmente, un día aciago en el que la razón amenaza con abandonarla, todo estalla y su mundo se convierte en una espantosa pesadilla de la que cree no poder despertar.
El descenso de Olga en los abismos de su infierno interior está narrado con un pulso tan intenso como firme, sin vacilaciones, con una voz desposeída de sentimentalismo y falso pudor. Con la fría precisión del acero, la mano maestra de Elena Ferrante atrapa al lector en un relato sin concesiones y de una sinceridad conmovedora.