El valor como documento histórico de estas memorias de Cabeza de Vaca es indiscutible. Especialmente, son los antropólogos y los historiadores los en apariencia más pueden sacar de estos escritos. Pero sólo en apariencia, porque el hecho de que hayan sido incluidos en esta colección juvenil ya es indicativo de algo: la fascinación que provoca el personaje. Por esto, no sólo es un documento que haya quedado en manos de estudiosos, sino que ha interesado a un público más amplio como lo prueba la versión cinematográfica protagonizada por Juan Diego. Pese a la dureza de la conquista y a los límites de una época, Alvar Núñez presenta una mentalidad abierta, en especial cuando se refiere al trato con los indios y a su convivencia con ellos, un punto de vista del que aún hoy tendríamos que aprender.