Simon llega a Londres con la ilusión de estudiar pintura, pero el amigo que debía acogerlo en su habitación ha desaparecido sin dejar rastro. Convencido de que los caseros ocultan algo, Simon se propone aclarar el misterio y pronto se verá envuelto en un maquiavélico complot ideado por un grupo de rufianes que intentan derrocar al rey Jacobo y acabar con los duques de Battersea, en cuya mansión trabaja su vieja amiga Sophie. Es una época de villanos implacables, en la que los peligros af loran por doquier, entre ellos los lobos salvajes, pasteles envenenados y hasta un naufragio. Aun así, lo más inesperado está por llegar: tras el laberinto de intrigas e infortunios que lo acosan, Simon descubrirá una verdad tan asombrosa como desconcertante.
Después de la inolvidable Los lobos de Willoughby Chase, ésta es la siguiente entrega de la serie que Joan Aiken ambientó en una imaginaria Inglaterra del siglo XIX, en la que gobierna un rey estuardo y los lobos corren a sus anchas por los valles y bosques de la isla. Un auténtico clásico moderno de la narrativa de aventuras.