En la ciudad de Sledwaya, la más deprimente de toda Zamonia, el pobre Ecco, un gato con la asombrosa capacidad de hablar con cualquier ser vivo, deambulaba por las calles, víctima de un hambre atroz, cuando se cruza en su camino el terrible Eisspin y le ofrece un trato: a cambio de comida abundante durante un mes, el alquimista podrá acabar con la vida de Ecco para llevar a cabo un experimento. El gato acepta, pero deberá ingeniárselas para huir de ese terrorífico castillo, con la ayuda de amigos tan sorprendentes como un fantasma hervido o unas velas sensibles al dolor mientras se queman.