Cuando sus padres mueren, Peter es enviado a un orfanato de Varsovia. Pero Peter es un Volksdeutscher: de sangre alemana. Gracias a sus cabellos rubios y sus ojos azules, es el perfecto prototipo de las Juventudes Hitlerianas. Su aspecto no pasa inadvertido, por lo que alguien importante querrá adoptarlo, y así es: lo adopta. El profesor Kaltenbach y su mujer están encantados de acoger a un ario tan estupendo en su hogar. Serán la envidia de los demás. Pero Peter no es exactamente el espécimen que creyeron. Empieza a formarse sus propias ideas: él no quiere ser un nazi, así que correrá un riesgo. El riesgo más peligroso que podía correr en el Berlín de 1943.