El Ojáncano es ese monstruo cántabro que, según Manuel Llano, simboliza el odio, el enfado perpetuo, todo lo que destruye, amenaza, desgarra y maltrata. Su ferocidad corre pareja con su fuerza. Sin embargo, nadie ignora que pasa ahora por momentos delicados. Acosado por la civilización, la luz eléctrica, la deforestación de los montes, ha venido a ser una especie en peligro de extinción. Jesús Herrán lo ha rescatado en trece mágicas historias. Treinta y tres ilustradores no menos mágicos le han puesto rostro y ojo. El resultado: un libro bello, ingenioso y divertido.