Imagínate que el día de Año Nuevo, después de haber pedido como deseo dejar de ser una de las pocas chicas sin novio que quedan sobre la faz de la Tierra, te encuentras por la calle con un chico clavadito a Mark Owen, y que ese maravilloso chico, que resulta ser un virtuoso del piano y un portento intelectual, te acaba haciendo caso. O imagínate tú que la chica de tus sueños se pirra por el sucedáneo de Mark Owen y se olvida de que tú eres su mejor amigo, y que, además, celebras la entrada del año con un accidente. Pues eso es lo que les sucede a Jana y a Rudi, respectivamente.