Zola subtituló al ciclo de veinte novelas dedicado a Los Rougon-Macquart, «historia natural y social de una familia bajo el Segundo Imperio». La familia de los Rougon pretendía dibujar un inmenso fresco de los vicios de una sociedad. De pronto, entre La tierra y La bestia humana, dos de las novelas más violentas de la serie, surgió como un paréntesis El sueño, una extraña y conmovedora historia de amor, que ofrecía lo que parecía imposible en tal familia: la aparición de una flor entre el estiércol. La vida de la protagonista se debate entre el sueño y la locura. Pero siempre cabe preguntarse si la vida es sueño, o si es la muerte el verdadero sueño y la vida sólo una locura.